Ainek
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| Tema: La Revelión en la Granja. Lun Jul 11, 2011 5:22 pm | |
| * Titulo: La Revelión en la Granja.
* Autor: Ainek-san. .-.
* Descripción: La humanidad vista como animales. No animales literalmente; entre ellos se ponen los apodos. Los jefes son los "Cerdos",que representa las personas que se hallan en la cima de los sectores sociales, los cuales poseen poder, dinero y riquezas; quienes manipulan al resto de la sociedad para que sean competitivos e impotentes. Los "Perros", los representantes de la ley y megalomaniacos que se destruyen a sí mismos y a aquellos alrededor de ellos al obsesionarse sobre sus egos y sus carreras. & las "Ovejas", como peones descerebrados, la gente común y corriente, la cual debe seguir al pie de la letra las indicaciones de sus "superiores"
* Comentario personal: Bueno, la verdad me esforzé mucho en esto. Son sólo tres capítulos, & los nombres son los de usuarios de otro foro donde estoy. Por favor, les pido que no comenten cosas como "Esta genial xD" o algo así. Ya que el fic se enfoca más en otras cosas. Yo sé que pido mucho pero me gustaría que dieran su opinión. ^^'- La Revelión en la Granja (Pigs -1-):
En la misma tierra de Meganimelandia, aunque ésta parte del territorio está muy alejada del poblado ChatBox. Allí, las personas eran injustamente explotadas por dos personas llamadas Animerey & Aka no Kuro. (XD) Estos hombres (?), mandaba a varias personas a reclutar jóvenes para trabajar en sus tierras. & a su vez, les mandaba a otro personal que se encarga de expulsar a cualquiera que venga a reclamar sobre el trabajo, cumpliendo también la función de guardias personales & de verdugos para las personas que "traicionan" a la granja. Los trabajadores eran "ovejas". Para ellos y los demás eran menos inteligentes. Aunque no fuera verdad. Animerey se autodenomina como líder de todo, dejando a Aka a cargo de los "Perros", como le decían a los guardias. Aunque su rol de "líder" no hacía gran cosa. Sólo manipulaba a los demás para que sean competitivos e impotentes & darle a él riquezas. Esto hace que abuse de su poder, poniendo reglas muy injustas. Animerey estaba en el edificio, en el piso más alto cuando llega Aka & lo interrumpe. - Oye, creo que las "ovejas" se están dando cuenta de lo que está pasando. - Pues dime que está pasando - le contestó Anime, que estaba sentado en una elegante sala con una copa de vino. - Sobre nuestros tratos injustos - se sentó a su lado. - & eso será malo. - Ashhh - lo mira con indiferencia. - Haz lo de siempre: manipula al resto con comentarios simples. - De acuerdo... - dijo no muy convencido. Salió, rumbo a los campos donde estaban los demás trabajando. Cuando llegó, les pidió que se reunieran para hablar. - Bueno, chicos. ¿Cómo se la están pasando? - preguntó con una enorme sonrisa. - Fatal - se escuchó una voz que provenía del fondo. - Me alegra oír eso - caminó de un lado a otro. - Porque después de esta semana, ¡tendrás días libres! - ¡¡¿En serio?!! - preguntaron todos con asombro. - Si, lo prometo - se volteó & se fue caminando, ríendo malvadamente. Pasaron una, dos, tres semanas & nada. Las "ovejas" en un descanso se reunieron para hablar entre ellas. - ¡Por favor! - dijo un chico que estaba sentado al final de la mesa, mirando hacia abajo. - No nos darán esas vacaciones. - Pero él lo dijo. - Sí, eso dijo. & es más fácil decir algo que hacerlo - le contestó enojado. - Ellos creen que somos estúpidos, & la verdad lo somos. Ya que no reclamamos. - ¿Estás loco? - dijo una chica que parecía tener 16 años. - Si hacemos eso, nos mandarán a los "perros". - Yo no quiero morir a manos de ellos. Mucho menos de aquella chica que es la mejor de todo el escuadrón de "perros". Todos se miraron unos a otros, renunciando a su plan. Sonó el timbre que marcaba el fin del pequeño descanso de 10 minutos & todos volvieron a sus respectivas tareas. - Míralos - dijo mirando desde la ventana. - Esos tontos cada que trabajan, me vuelven más rico. - Pues, si - lo mira. - Pero creo que pronto se darán cuenta. - ¡¡¿Otra vez con eso?!! - le gritó. - Sabes que, ya no te quiero aquí - llamó por un telefóno. - ¿Qué harás? - Echarte - rió. Luego llegaron unos tres tipos, vestidos con elegantes trajes. - Llévenselo. Aka opuso resitencia, pero terminó siendo sacado de los terrenos. Ahora no había nadie que le dijera ese tipos de comentarios. Ahora podía hacer lo que se le daba la gana. Las "ovejas" trabajan en larguísimas jornadas, alcanzan elevados niveles de productividad, se contentan con raciones minúsculas de comida, & jamás se quejan ante él.
Continuará...
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